Sobre Nosotros
¿De dónde proviene nuestro nombre – Arbaim Sea?
La tradición judía, nos enseña que para que una acumulación de agua sea considerada una mikve, debe poseer al menos 40 unidades de una medida de volumen denominada: Sea.
Según nuestros sabios, 40 sea ésta es la medida mínima necesaria para la mikve, para distintas opiniones esto equivaldría a un total de 350 a 670 litros aproximadamente. Entonces, Arbaim Sea, 40 Sea, es sinónimo de Mikve.
La mikve es “Maim Jaim” – aguas de vida – dado que debe ser llenada solo con agua. El agua debe ser natural, provenir de lluvia o bajo ciertas condiciones podría usarse nieve.
La mikve recibe todas las connotaciones simbólicas del agua: crecimiento, cambio, fluidez, creación, disolución, renacimiento, renovación, elevación espiritual y curación, entre otros:
El agua es fuente de vida y gracias a ella todo florece.
El agua es esencial para la vida como la Torá misma.
Nos enseña nuestra tradición que “el día que cae lluvia es tan importante como el día en que fue entregada la Torá” (Talmud Babilónico, Tratado Taanit 7A). Así como no podemos subsistir sin agua por más de tres días, tampoco podemos subsistir, como pueblo sin Torá.
El agua disuelve para poder volver a crear.
Nos relata la Torá que en tiempos de Noaj, la tierra se inundó de agua y cesó toda vida, pero el objetivo Divino no fue la destrucción per se, sino otorgar a la humanidad y a la Tierra una segunda oportunidad para re-nacer. Similarmente cuando nos sumergimos en las aguas de la Mikve, simbólicamente disolvemos aquellas cosas que ya no deseamos en nuestras vidas, todo aquello que ya no nos hace bien. Bajo el agua, no respiramos al igual que en el útero y volvemos a un estado de perfección, en el cual todo es posible, la vida está aún en potencia. Al emerger, traemos con nosotros esa intensa luz, esa capacidad para el cambio y la Creación.